Las imágenes tienen el poder de transmitir verdades –a veces, crudas verdades– que atraviesan las mentiras de personas en posiciones de autoridad. Pero en la llamada era de la “posverdad”, cuando los políticos acusan constantemente a los periodistas de diseminar “noticias falsas”, ¿puede el fotoperiodismo resonar con el público?
Esta fue una de las preguntas cubiertas por un panel de seis fotógrafos que documentaron los disturbios del 6 de enero de 2021 en Washington, DC, durante una discusión en el Bronx Documentary Center la semana pasada. El centro actualmente alberga “Storming of The Capitol”, una exhibición con más de dos docenas de imágenes de aquel fatídico día. La exposición gratuita finaliza el 20 de marzo.
“Ha sido increíble ver la forma en que la derecha ha sido capaz de torcer y cambiar la narrativa. Pero también creo que, si todas estas fotografías no existieran, eso sería mucho más fácil”, dijo el fotógrafo Victor Blue, quien también ha cubierto Afganistán y Siria. “Es nuestro trabajo proporcionar de evidencias a la historia”.
La Comisión del 6 de enero, que está investigando el ataque, recientemente presentó posibles cargos penales contra el expresidente Trump. Mientras tanto, el FBI ha realizado más de 730 arrestos, incluidos al menos 13 en la ciudad de Nueva York.
Llevar a cabo la exposición en el sur del Bronx es importante porque muchos residentes locales no tienen el tiempo o el interés para sumergirse en lo que realmente sucedió, dijo Cynthia Rivera, co-curadora de la muestra.
“Tenemos un buen número de partidarios de Trump aquí también. Creo que esa es una razón importante para tener este programa aquí, porque necesitamos tener estas conversaciones sobre la verdad”, dijo.
Una foto icónica de la exposición, del fotógrafo egipcio Mostafa Bassim, está tomada desde el interior de la rotonda del Capitolio. La mitad inferior de la fotografía es una escena de caos, mientras los manifestantes luchan contra la policía. Sobre ellos, la gran arquitectura del Capitolio y las grandes pinturas de los padres fundadores proyectan un sentido de orden aparentemente disonante.
Otra fotografía, de Ashley Gilbertson, muestra la valentía del oficial de policía del Capitolio Eugene Goodman mientras desviaba a parte de la multitud enojada lejos de las cámaras del Congreso.
La exposición también exhibe videos. Los alborotadores atraviesan las barricadas policiales y, luego, desfilan por el edificio con banderas confederadas. Un hombre coloca un sombrero MAGA en un busto de George Washington.
El FBI ha utilizado fotografías y videos publicados en las redes sociales para identificar a muchos de los alborotadores. Sin embargo, ninguno de los fotoperiodistas de la exposición había sido contactado por oficiales. En cuyo caso, ellos no habrían entregado sus fotografías, dijeron. Muchos periodistas consideran que no es ético compartir imágenes inéditas con la policía, especialmente cuando se pueden obtener pruebas fotográficas a través de otros medios.
La fotógrafa Gabriela Bhaskar recalcó sobre las diferencias entre la forma en que la policía del Capitolio trató a manifestantes mayoritariamente blancos y cómo respondió la policía de Nueva York ante las protestas de Black Lives Matter durante el verano pasado. En el sur del Bronx, la policía respondió a las protestas del 4 de junio de 2020 con una fuerte represión que luego provocó la reprimenda por parte del Human Rights Watch. Por el contrario, la policía del Capitolio –muchas de ellas personas de color y ampliamente superadas en número por los alborotadores– fue mucho más moderada en respuesta a los alborotadores del 6 de enero.
La fotógrafa Dakota Santiago dijo que se hizo evidente cuán extremas eran las creencias de los alborotadores luego de que la manifestante Ashley Babbit recibió un disparo.
“En tiempo real, las personas que estaban afuera comenzaron a decir: ‘Todos son actores. Míralos, todos están fingiendo”, dijo Santiago. “Fue una locura. Alguien acababa de recibir un disparo y murió, sangrando por todas partes”.
Pérez, co-curadora de la muestra, dijo que la susceptibilidad de las personas a la desinformación es parte del ímpetu de la muestra.
“La gente ha sido manipulada de ciertas maneras para creer ciertas cosas, y eso está relacionado con cómo se tuercen las noticias, y con muchas cosas a las que nos oponemos”, dijo. “Y es por eso que estamos aquí”.
Traducido por Natalia Sánchez Loayza